lunes, 2 de julio de 2012

MAX MIREBALAIS, alias MAX KASIMIR, MAX VON HAUPTMANN, MAX LE GUEULE, JACQUES ARTIBONITO


Probablemente se llamaba Max Mirebalais aunque a ciencia cierta su nombre real no se sabrá nunca. Sus inicios en la literatura fueron misteriosos: un buen día apareció en las oficinas del director de un periódico y al día siguiente ya estaba recorriendo las calles en busca de noticias o, más a menudo, realizando encargos y recados para sus superiores. Su aprendizaje estuvo marcado a fuego lento por las miserias y servidumbres del periodismo haitiano. Su espíritu perseverante lo hizo acceder, al cabo de dos años, al puesto de ayudante del redactor de notas de sociedad en El Monitor de Puerto Príncipe en donde paseó su deslumbramiento y perplejidad por las fiestas y saraos de las mejores casas de la capital. No cabe duda que desde el primer momento quiso formar parte de ese mundo. Pronto comprendió que sólo existían dos maneras de acceder a él: mediante la violencia abierta, que no venía al caso pues era un hombre apacible y nervioso al que repugnaba hasta la vista de la sangre, o mediante la literatura, que es una forma de violencia soterrada y que concede respetabilidad y en ciertos países jóvenes y sensibles es uno de los disfraces de la escala social.

Fragmento de La literatura nazi en América, de Roberto Bolaño.

1 comentario:

  1. Con relacion a la opcion a la literatura por por MAX MIREBALAIS,seria para este el camino mas violento y, pasivo al mismo tiempo, porque solo las letras corta la sangre con la sangre del alma.

    http://mariomixael.blogspot.com/

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