martes, 18 de diciembre de 2012

Canción de los tres marineros




CANCIÓN DE LOS TRES MARINEROS [*]

Necesitamos apoyo para tanta pesadumbre.
     Fernando Gordillo

A Edgar Mendieta, Luis Carlos Saborío
y la misma mesa solitaria en Los Pueblos

Que el corazón del mundo cabe en el pico
de los pelícanos aunque empecinadamente 
                                  —verano tras verano—
decidan chocar contra el cielo: ya lo sabíamos.
Que este viejo madero libre
no fue lo único que restó para asirnos
mientras sin mapas ni compases
nuestra nave
                       nuestros enseres
                                                      nuestra felicidad
dormían en el silencio del cementerio marino.
—Señor Capitán, ¿a dónde vamos?
¿Existirá puerto más grato
que la cintura de la amada
demorada entre sábanas negras 
minutos antes de la partida?
¿Anclaremos en otro archipiélago
o en la cristalizada pupila de Dios?
—Lo sabremos más tarde.
Cuando el Tiempo nos sirva otra ronda.
Cuando los saltamontes secos no crujan más.
Cuando un certero disparo sea por fin nuestro himno.
—Cuando hayamos llegado.
Que todo nuevo día es siempre naufragio.
Que todas las mujeres que hemos lastimado
nos esperarán  en algún islote fuera de curso:
       también lo sabíamos.
Así que no teman, amigos; beban.
Nuestra pena no será más amarga
que el próximo frío litro de cerveza.

[*] Texto incluido en Poemas sin esquina, próximo a publicarse por Editorial EquiZZero, de El Salvador.

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